Dios tiene una voz marrón, tan suave y completa como la cerveza.
Coloca tu oído cerca de tu alma y escucha intensamente.
Yo no soy inmortal. Fausto y yo solos los que continuamos ejerciendo.
La alegría que no se comparte muere joven.
Los santos no tienen moderación, ni los poetas, solo exuberancia.
Vive o muere, pero no envenenes todo.
No importa quién fue mi padre; lo importante es lo que me recuerdo que fue.
Dios posee el cielo pero anhela la tierra.
En un sueño uno nunca tiene ochenta años.
Aún sin guerras, la vida es peligrosa.
La muerte está en el adiós.
La necesidad no es del todo bien creencia.