Citas de Abraham Lincoln

Dame seis horas para cortar un árbol y pasaré las primeras cuatro afilando el hacha.

Soy un caminante lento, pero nunca caminaré hacia atrás.

Sin malicia con nadie, con caridad hacia todos, con firmeza en la justicia, como Dios nos hace ver la justicia, nos esforzamos por terminar la obra que emprendimos, para vendar las heridas de la nación.

Las personas somos los amos legítimos del Congreso y los tribunales, no para derrocar la Constitución pero para derrocar a los hombres que pervierten la Constitución.

Ningún hombre tiene una memoria lo suficientemente buena para ser un mentiroso éxitoso.

Casi todos los hombres pueden tolerar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder.

Aprendí, hace muchos años, que en una gran pelea entre marido y mujer, un tercero nunca debe interponerse entre la sartén de la mujer y el mango del hacha del hombre.

Cuando hago bien, me siento bien. Cuando hago mal, me siento mal. Esa es mi religión.

Lo que quiero saber está en los libros; mi mejor amigo es el hombre que me conseguirá un libro que no he leído.

Nunca tuve una poliza; sólo he intentado hacer mi mejor esfuerzo todos los días.

Si me gusta algo, se me queda luego de leerlo u oírlo una vez.

Si esto es café por favor tráigame un té; pero si esto es té, por favor tráigame un café.

La mayoría de la gente son tan felices como ellos piensan ser.

Cada vez que escucho a alguien defendiendo la esclavitud, siento un impulso fuerte de verlo ser tratado como tal.

Debes crecer por ti mismo sin importar cuán alto haya sido tu abuelo.

Asegúrate de poner los pies en el lugar correcto, y entonces pisa firme.

Con la opinión pública, nada puede fallar. Sin ella, nada puede triunfar.

He hablado con grandes hombres y no veo cómo se diferencian de los demás.

Soy un firme creyente en las personas. Si dada la verdad, pueden ser dispensables para enfrentar cualquier crisis nacional. El gran punto es traer los hechos reales.

Señor, mi preocupación no es si Dios está de nuestro lado; mi mayor preocupación es estar del lado de Dios, pues Dios siempre tiene la razón.