El feminismo es cáncer.
Detrás de cada broma racista hay un hecho científico.
La única persona realmente en riesgo en cualquiera de mis charlas soy yo.
Me gusta pensar de mí mismo como si fuera un virtuoso duende.
En lo más profundo de mi corazón, me importan los guerreros de la justicia social.
Me amo a mí mismo. Soy la mejor persona que conozco.
Quiero hacer bromas sobre la gente. Ese es mi derecho.
La mayoría de los periodistas son idiotas.