Citas de Edmund Hillary

No es la montaña la que conquistamos, sino nosotros mismos.

Las personas no deciden convertirse extraordinarias. Deciden a lograr cosas extraordinarias.

Cuando estas escalando en grandes altitudes, la vida puede llegar a ser bastante miserable.

Cuando estuve escalando, construí una relación cercana con la gente de Sherpa.

Era definitivamente un chico muy de campo.

Nadie recuerda quién escaló el monte Everest la segunda vez.

Convertirse en un "Sir" es un poco incómodo al principio, aunque es un gran honor. Es increíble lo rápido que te acostumbras a ello.

Yo siempre he odiado la parte del riesgo de escalar, y es genial regresar a la parte baja porque es seguro.

No sé si yo particularmente quiero ser recordado por algo. Personalmente no creo que sea un gran regalo al mundo. He sido muy afortunado.

Nadie escala montañas por razones científicas. La ciencia se utiliza para recaudar dinero para las expediciones, pero realmente las escalas porque sí.

No me considero un estupendo alpinista. Solo tengo una espalda fuerte. Tengo mucho entusiasmo y soy bueno en el hielo.

La verdad es que yo soy sólo un bruto viejo neozelandés que ha disfrutado de muchos desafíos en su vida.

Creo que el alpinista realmente bueno es el hombre con la capacidad técnica del profesional y con el entusiasmo y la frescura de enfoque del aficionado.

En la Cumbre del Everest tuve una sensación de gran satisfacción al ser el primero en llegar.

La vida se parece un poco al montañismo — nunca hay que ver hacia abajo.

Odio que me llamen un 'icono'. Simplemente no me gusta. Simplemente de eso se trata.

Estaba asustado muchas veces en el Everest, pero todo esto forma parte del desafío. Cuando me caí en una grieta, me asusté mucho.

Muchas personas se han estado poniendo demasiado casuales acerca de subir Everest. Percivo un desastre muchas veces.

Aprovecha los años de esfuerzos de pioneros. Pueda que esto te parezca aburrido, ya que los jóvenes quieren irse de cabeza, por así decirlo.

Fui extremadamente afortunado por haber tenido dos esposas grandiosas. Suena un poco gracioso decirlo, pero es completamente cierto.