Citas de Christopher Hitchens
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Sólo puede tener un objetivo por debate.

Tomé parte en lo que fue realmente la última erupción del internacionalismo marxista.

Sólo los aspirantes a la presidencia son lo suficientemente tontos para creer lo que leen en los periódicos.

Más de una vez en mi tiempo he despertado sintiéndome como la muerte.

Los peores días son cuando sientes que hay niebla en la cabeza — lo llaman quimio-cerebro. Es horrible porque sientes que aburres. Como aburrido. Y estúpido. Y resignado.

Todavía me aseguro de ir al menos una vez cada año a un país donde las cosas no pueden darse por supuestas, y donde hay demasiada ley y orden o muy poca.

Trabajé desde etapas tempranas para renunciar a las cosas que no podía hacer para nada bien.

Millones de personas mueren cada día. Todo el mundo se tiene que ir en algún momento.

He estado en Uganda y Corea del Norte y Eritrea, innumerables sitios de horror en todo el mundo.

Estoy aquí como un producto del proceso de evolución, que no tiene muchas excepciones. Y que le da a la vida un valor relativamente barato.

Literatura, no las escrituras, sostiene la mente y — como no hay otra metáfora — también el alma.

Los islamistas intentarán estropearlo todo, para todos.

La quimioterapia no es buena para ti.

Sí, yo, bueno, cuando escribo, tan a menudo como puedo, trato de escribir como si le estoy hablando a la gente. No siempre funciona y uno no debe probarlo siempre, pero pruebo y escribo como si estuviera hablando y tratando de involucrar al lector en la conversación.

Me siento angloamericana.

Paquistán tiene que exportar un montón de personas sin educación, muchas de las cuales se han infectado con las ideas reaccionarias más bárbaras.

Las personas que tienden a levantar consignas contra la guerra lo harán de igual modo cuando se trate de intereses estadounidenses o británicos.

Uno tiene hijos con la esperanza de morir antes que ellos. De hecho, quieres que sea un maldito hecho que mueras antes que ellos, de igual forma que plantas un árbol o construyes una casa sabiendo, esperando que ésta vivirá mas que ti. Esa es la forma en que la especie humana lo ha hecho tan bien como ha podido.

Mis hijos, en la medida que han encontrado la religión, la han encontrado gracias a mí, a que insisto en al menos un mínimo de educación religiosa para ellos.

Entre las garras de un trastorno neurológico, estoy perdiendo rápidamente el control de las palabras aún mientras mi relación con el mundo se ha reducido a ellas.