Citas de Charles R. Swindoll
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Creo que es importante comenzar tu discurso con una frase que atraiga la atención de la audiencia. Trato de que mi apertura sea de 15 palabras o menos.
Cuando le estás dando a la gente el Evangelio, le estás dando algo para creer, y tienes que preparar el terreno para ello. No puedes sólo manejar, descargar el camión e irte.
Tú y yo somos, por nacimiento, por naturaleza y por elección, interiormente depravados, es decir, que somos totalmente corruptos. No es para decir que no tenemos una parte buena dentro de nosotros. La tenemos. Sin embargo, todo lo bueno ha sido contaminado por el mal. Él toca todo. Sin el poder redentor de Cristo, no podemos detener nuestro propio desliz moral.
A veces despierto antes del amanecer, y me gusta sentarme en medio de la cama con todas las luces apagadas, oscuro como boca de lobo, y hablar con el Padre, sin interrupciones y nada que me recuerde que haya algo en la vida más que yo y Él.
Una familia es un lugar donde los principios se elaboraron y perfeccionaron en el yunque de la vida cotidiana.
El secreto para vivir una vida de excelencia es simplemente una cuestión de pensar pensamientos de excelencia. En realidad, se trata de programar nuestras mentes con el tipo de información que nos liberará.
Las palabras nunca pueden transmitir de manera adecuada el impacto increíble de nuestras actitudes hacia la vida. Cuanto más vivo, más convencido estoy de que la vida es 10 por ciento lo que nos sucede y 90 por ciento cómo respondemos a ello.
Ni siquiera me puedo imaginar dónde estaría hoy si no fuera por ese puñado de amigos que me han llenado el corazón de alegría. Reconozcamos que los amigos hacen la vida mucho más divertida.
No podemos cambiar nuestro pasado. No podemos cambiar el hecho que las personas actúan de cierta manera. No podemos cambiar lo inevitable. Lo único que podemos hacer es jugar en la única cuerda que tenemos, y eso es nuestra actitud.
La actitud es más importante que el pasado, que la educación, que el dinero, que las circunstancias, que lo que la gente hace o dice. Es más importante que la apariencia, el talento o las habilidades.
Todos nosotros nos enfrentamos con una serie de grandes oportunidades brillantemente disfrazadas como situaciones imposibles.
La extraordinario es que tenemos una elección cada día en cuanto a la actitud que adoptaremos ese día.