Citas de Ignacio de Loyola

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No deberíamos tener poco respeto por los regalos de Dios, aunque podríamos y deberíamos despreciar nuestras propias imperfecciones.

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Trata de mantener tu alma siempre en paz y en tranquilidad, siempre lista para lo que nuestro Señor quiera trabajar en ti. Sin duda es una gran virtud del alma, y una mayor gracia, ser capaz de disfrutar al Señor en distintos momentos y en diferentes lugares y no solamente en uno.

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Sé lento para hablar y solo después de haber escuchado primero tranquilamente, para que entiendas el significado, inclinaciones y deseos de los que hablan. Así sabrás mejor cuándo hablar y cuándo callar.

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Sobre todo, recuerda que Dios busca virtudes sólidas en nosotros, como la paciencia, humildad, obediencia, abnegación a tu propia voluntad, o sea, la buena voluntad para servirle a Él y a nuestro prójimo en Él. Su providencia nos permite otras devociones sólo en la medida en que Él considere que son útiles para nosotros.

2

Para aquellos que aman, nada es demasiado difícil, especialmente cuando se hace por el amor de nuestro Señor Jesucristo.

1

Ocúpese en observar y lamentar sus propias imperfecciones, en lugar de contemplar las imperfecciones de los demás.

2

Un hecho raro y excepcional vale mucho más que mil comunes.

2

Agrademos a Cristo, nuestro Señor, para que nos conceda la verdadera humildad y la abnegación de la voluntad y del razonamiento, para que podamos merecer el empezar a ser sus discípulos.

3

No es el alma sola la que debe ser saludable; si la mente está sana en un cuerpo sano, todo será saludable y mucho mejor preparado para dar el mayor servicio de Dios.

2

¡Que Dios nuestro Señor nunca me deje hacer daño a nadie cuando no pueda ayudarle!

3

No es difícil obedecer cuando amamos a quien obedecemos.

1

Es apropiado pedir pena con Cristo en pena, angustia con Cristo en angustia, lágrimas y profundo dolor debido a la gran aflicción que Cristo aguanta por mí.

1

Que la gracia perfecta y el amor eterno de Cristo nuestro Señor sea nuestra infalible protección y ayuda.

3

Enséñanos a dar y no a contar el costo.

2

Recuerda que los ángeles buenos hacen lo que pueden para preservar a los hombres del pecado y obtener el honor de Dios. Pero no pierden el valor cuando los hombres fallan.

1

Sobre el duro trato del cuerpo por el amor de nuestro Señor, en mi opinión, evita cualquier cosa que pueda causar el derramamiento de una gota de sangre.

1

Una cosa es ser elocuente y encantador en el discurso profano, y otra cosa es serlo cuando se habla como un religioso.

1

Me gustaría no sólo ser llamado cristiano, sino también ser cristiano.

2

Recuerde que el ejercicio corporal, cuando esta bien orientado, como ya lo he dicho, es también oración por medio de la cual usted puede agradar a Dios nuestro Señor.

3

Lo que San Francisco y San Dominic han hecho, eso, por gracia de Dios, lo voy a hacer.

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