Citas de Sun Tzu
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Ganará aquel cuyo ejército es animado por el mismo espíritu a través de todos sus rangos.

La excelencia suprema consiste en romper la resistencia del enemigo sin luchar.

Si tu oponente es de temperamento colérico, irrítalo.

La victoria va generalmente al ejército que ha entrenado mejor a oficiales y hombres.

Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo y podrás pelear en cien batallas sin un desastre.

Conócete a ti mismo, conoce a tu enemigo. Mil batallas, mil victorias.

Por lo tanto, lo de suma importancia en la guerra es atacar la estrategia del enemigo.

Finge estar en inferioridad de condiciones, estimula su arrogancia.

Resiste al poder del enemigo; oblígalo a revelarse a sí mismo.

La invencibilidad está en la defensa; la posibilidad de la victoria, en el ataque.

El que sabe cuando puede luchar y cuando no, saldrá victorioso.

El arte de la guerra nos enseña a no depender de la probabilidad de que no venga el enemigo, sino en nuestra propia disposición a recibirlo; no en la posibilidad de que no ataque, sino en el hecho de que hayamos hecho nuestra posición inexpugnable.

Si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes tener miedo del resultado de cien batallas.

Respeta a tus soldados como a tus hijos, y te seguirán hasta los valles más profundos; mirálos como a tus propios hijos amados, y te apoyarán hasta la muerte.

Se extremadamente sutil, incluso hasta el punto de ser difuso. Se extremadamente misterioso, incluso hasta el punto de ser mudo. Así puedes ser el director del destino del oponente.

Los guerreros victoriosos ganan primero y luego van a la guerra, mientras que los guerreros derrotados van a la guerra primero y luego buscan ganar.

El arte supremo de la guerra es dominar al enemigo sin haber luchado.